miércoles, 29 de abril de 2009

100 años de Giro d'Italia: Charly Gaul en el Bondone


Esta historia es una de las más conocidas del ciclismo histórico del Giro de Italia. Corre como la pólvora entre los aficionados al ciclismo porque es una de las más increíbles gestas que jamás se hayan producido en la carretera. Una situación que muy bien definieron los diarios de la época, que lo tildaron de "una etapa verdaderamente apocalíptica, para los corredores e incluso para los seguidores". La espectacularidad de lo logrado, la hazaña conseguida convirtieron a su protagonista principal, Charly Gaul, en un mito para la iconografía de este deporte. Un excelente escalador que lograba no sólo poner a sus pies a sus rivales en la carretera, sino a la propia naturaleza que había querido, en ese 8 de Junio de 1956, ser la protagonista del día, en una fecha que ningún corredor de los que iniciaron el camino desde Merano nunca podría olvidar. No podía ser de otra manera que en este homenaje al Giro apareciese esta gesta que pervivirá en la memoria de aquellos que la conocen y la recuerdan como uno de los días más espectaculares de la historia del ciclismo.

Y es que ese Sábado, en donde se disputaba la última etapa para la General de ese Giro de 1956, todo cambió, todo varió en relación a unos pocos kilómetros de una etapa que transcurría con normalidad en los primeros kilómetros, de un total de 242 que estaban salpicados de los passos de Costalunga, Rolle, Brocon y Bondone. A pesar de lo habitualmente aceptado(que el mal tiempo se inició al comenzar el Bondone), el tiempo primaveral, que habían disfrutado en la semana anterior(donde Miguel Poblet había ganado dos sprints) se había evaporado y la lluvia desapacible regaba Merano, en el Trentino dolomítico. Se jugaba, además, un gran premio de la montaña dividido en 3 partes, con los apeninos(ganado por Federico Bahamontes), el Trofeo dello Stelvio, coronado por Aurelio del Río, y el de los dolomitas, que tenía en esa jornada el punto decisivo. Como era esperable, pese a un comienzo tranquilo, los ataques se sucedieron em la primera subida, tanto para el gran premio de la montaña(Bahamontes había perdido toda opción gracias a un par de pinchazos en la jornada anterior, igual que un Gaul que había llegado desauciado a más de 16 minutos en el puesto 22º) como para la General, ya que Cleto Maule estaba muy cerca de la maglia rossa, que ostentaba un Fornara atento siempre a los ataques, con su equipo, el Arbos, controlando la carrera.

Coronaban Costalunga bajo la lluvia con mezcla de granizo un grupo con Gaul, Bahamontes y Jean Dotto, eliminados para la general, con una pequeña ventaja sobre el grupo del líder. En el descenso, y dada la lluvia y un desagradable viento de costado, se produce el habitual reagrupamiento, donde 32 corredores entre los que están todos los favoritos, que afrontan la segunda dificultad montañosa del día, el Passo Rolle. En él, el primero en demarrar es de nuevo el luxemburgués, que toma una importante ventaja en la cima sobre el Lacial Claudio Monti y el toledano. El líder se ha recuperado y pasa en el tercer grupo, sin su principal amenaza Maule. Parece que Pasquale Ferrara está cerca de asegurarse el triunfo en Milán, además está siendo, personalmente, el que ataja los ataques de sus perseguidores en la general. Delante, es Monti el que alcanza a Gaul y le demarra en la subida a Gebbera, Gaul se queda con Bahamontes antes de la penúltima subida, al col de Brocon. El frío está apretando muy seriamente, con una lluvia helada que pronto pasará a convertirse en fina nieve. La subida a Brocon es el principio del desastre, y su descenso la clara evidencia de un día que nadie olvidará.

El paso de montaña es de nuevo coronado por Gaul, que saca una pequeña ventaja a Padovan, que lo alcanza en el descenso. El barro, la lluvia helada y la nieve que empieza a caer hacen de ese descenso un auténtico infierno. Gaul baja con temeridad, ya que según después comentaría, apenas siente las manos y no está en condiciones de apretar fuerte el freno. Padovan se marcha en solitario, en un llano hacia Trento dominado por la nieve. Detrás, un rosario de corredores intenta mantenerse en pie y no caerse en el complicadísimo y peligrosísimo descenso. El esfuerzo y las condiciones empiezan a pasar factura entre los favoritos. Nino Defilippis, que marchaba en un grupo con Bahamontes en el descenso pierde la vertical de repente, cae y se queda totalmente inconsciente en la carretera helada. Rapidamente llegaron las asistencias para llevarlo al hospital, donde estuvo varios días con un diagnóstico de agotamiento absoluto. A 70 kilómetros de la meta en el Bondone, la nieve se junta con la niebla, en el segundo paso de control y avituallamiento. Varios corredores paran en Strigno en un bar para tomarse el coñac que pudiesen, intentando en vano recobrar el calor corporal. La lluvia helada ha calado en los maillots e impermeables, y el frío está acabando con las pocas fuerzas que quedan.

Jesús Galdeano, de profesión:habitual doméstico de Federico, tuvo la mala suerte de caerse en el descenso del Brocon, y en la población de Castello Tesino pidió hospedaje a una familia, donde le cambiaron de ropa, le dieron comida caliente y luego le llevaron al hotel del equipo español-Girardengo. No fue el único ejemplo de ello, Botella se retiraba por el frío y el hambre, y lo mismo hacían otros, como el propio Bahamontes, conmocionado por la caída de de Filippis. En la cabeza de carrera Padovan abandona, y deja a Gaul en solitario que comienza la subida al Monte Bondone con 4 minutos de ventaja sobre Monti, y ya más de 10 sobre el veterano Fiorenzo Magni, vigente y triple ganador de la carrera. El rosario de abandonos se sucede en la última subida, con temperaturas que llegan a casi 10 grados bajo cero. Buratti abandonaba en los últimos kilómetros totalmente paralizado, incapaz de mover ya un sólo músculo. Y el líder, Pasquale Ferrara intentando llegar de cualquier manera, acaba por abandonar a tan sólo 4 kilómetros de la meta, sintiendo absolutamente imposible el dar una pedalada más.

Tampoco le iban mucho mejor las cosas a la cabeza de carrera. Charly Gaul en los últimos 7 kilómetros tenía que hacer frente a un desfallecimiento que ponía en peligro no sólo su victoria, practicamente sentenciada a mitad de puerto donde sacaba más de 12 minutos a sus más peligrosos rivales, Magni y Fantini, sino también su salud. Semi-inconsciente, llegaba a meta tras más de 9 horas encima de la bicicleta para después desmallarse con una pierna medio-congelada. Poco después reconocería que no recordaba absolutamente nada desde hacía varios kilómetros. Detrás llegaría Alessandro Fantini, auténtica revelación de la etapa, a 7 minutos, y Fiorenzo Magni, a más de 12 minutos, que se colocaba segundo en la general, tras el "Ángel de las montañas", con 2 etapas de transición por correr, y un pelotón que había perdido en aquella fatídica jornada a 42 integrantes. Pese a una pequeña renta de 3' 27'', la victoria de Charly Gaul no se daba por segura, ya que las condiciones en las que quedaron los corredores fueron dantescas, a la espera de más kilómetros para los dos siguientes días. A pesar de ello, los dos sprints siguientes coronaban al luxemburgués como ganador del Giro de Italia de 1956, tras una legendaria carrera que le llevaría al Olimpo de los más grandes.

CLASIFICACIÓN ETAPA:
1. Charly Gaul(Lux) 9h 7' 28''
2. Alessandro Fantini(Ita) a 7' 44''
3. Fiorenzo Magni(Ita) a 12' 15''
4. Agostino Coletto(Ita) a 14' 25''
5. Pierino Baffi(Ita) a 17' 39''


CLASIFICACIÓN GENERAL FINAL:
1. Charly Gaul(Lux)
2. Fiorenzo Magni(Ita) a 3'27''
3. Agostino Coletto(Ita) a 6'53''
4. Cleto Maule(Ita) a 7'25''
5. Aldo Moser(Ita) a 7' 30''

2 comentarios:

juan dijo...

¡Qué épico! Es un placer leer tus relatos sobre carreras históricas como ésta.

Un saludo.

alby dijo...

Gracias por tu comentario.

¡ójala pudiera sacar un poco más de tiempo para mantener un poco más activo el blog! Espero poder aparecer más a menudo para escribir y seguir disfrutando del ciclismo de siempre.